En esta época del año, las calles se llenan de luces, los hogares se adornan con colores y los corazones laten al ritmo de las celebraciones. Sin embargo, en medio de todo este bullicio y alegría, surge una pregunta profunda que muchas veces pasamos por alto: ¿realmente disfrutamos de estas festividades o simplemente las vivimos por compromiso, siguiendo patrones impuestos por la sociedad?
Las reuniones familiares, los preparativos, los regalos, las comidas abundantes… Todo lo que hacemos en estas fechas parece centrarse en agradar y atender a nuestros seres queridos, en mantener las tradiciones y en cumplir con las expectativas sociales. Pero, ¿nos hemos detenido alguna vez a cuestionar si esto es lo que realmente queremos? ¿O simplemente actuamos por hábito, por miedo a decepcionar o por la presión de encajar en un molde preestablecido?
Muchas veces, nuestras acciones en estas fechas están influenciadas por patrones culturales, creencias y normas sociales que nos dicen qué es lo correcto, cuándo y con quién debemos estar. Nos olvidamos de escuchar nuestra voz interior y de preguntarnos: ¿Qué es lo que realmente deseo? ¿Quiero pasar estas fechas rodeado de ciertos familiares, o preferiría estar en otro lugar, con personas que realmente me aportan alegría y paz?
Otra cuestión importante es la de nuestros hijos. ¿Les estamos permitiendo experimentar la libertad de decidir con quién y dónde quieren estar en estas fechas? ¿O estamos imponiendo nuestras expectativas, temiendo que puedan decepcionarnos o que no cumplan con las «normas» sociales? Es fundamental recordar que, más allá de las tradiciones, lo más valioso es que nuestros hijos sientan que tienen el derecho de elegir y de vivir estas experiencias desde su autenticidad.
Por otro lado, también debemos reconocer que estas fechas tienen un significado muy particular para distintas culturas. Para algunas, son momentos sagrados llenos de simbolismo y tradición, mientras que para otras, simplemente son días comunes en el calendario, sin mayor trascendencia. La diversidad de perspectivas nos invita a reflexionar sobre la importancia de respetar las diferentes formas de vivir y celebrar, entendiendo que cada uno le da el valor que desea.
En este contexto, el crecimiento personal nos invita a cuestionar nuestras propias creencias y patrones, a ser conscientes de nuestras motivaciones y a decidir qué celebraciones realmente enriquecen nuestra vida y cuáles podemos transformar o incluso dejar de lado. La verdadera celebración no está en cumplir con las expectativas externas, sino en conectar con nuestro ser, en compartir desde la autenticidad y en crear momentos que realmente nos llenen de alegría y significado.
Te invito a que en estas próximas fechas hagas una pausa y te preguntes: ¿Qué quiero realmente en estas fiestas? ¿Cómo puedo vivirlas de una manera que refleje quién soy y lo que valoro? Recuerda que, al final del día, la felicidad y el sentido de nuestras acciones dependen de nuestra propia elección y conciencia. ¡Celebra desde tu autenticidad y haz de cada momento una expresión genuina de tu ser!
Con Cariño,
Piedad Calderón
¡Tu opinión es muy importante! Participar en nuestra encuesta es una excelente oportunidad para que compartas tus ideas, necesidades y experiencias, ayudándonos a mejorar y ofrecer contenido que realmente te interese. Tu voz cuenta y juntas podemos crear una comunidad más cercana y enriquecedora. ¡Anímate a participar y haz que tu opinión marque la diferencia!