Hoy quiero compartir contigo algo profundamente especial…
Un logro que nace del alma y que me recuerda una de las verdades más poderosas:
la verdadera felicidad vive en los pequeños detalles.

A menudo, mientras perseguimos metas, responsabilidades y sueños, olvidamos que la vida se construye en esos momentos breves, simples, inesperados… esos que iluminan el corazón y nos devuelven la gratitud. Esa es la esencia de la felicidad: una cadena de instantes que sabemos apreciar.

Y uno de esos instantes llegó para mí.

Mi libro ya es una realidad.
Un proyecto que nació de mis heridas, mis aprendizajes, mis conquistas internas y, sobre todo, de un profundo deseo de acompañar a quienes sienten que su vida está pidiendo un cambio.

Este libro no pretende dictarte un camino, sino abrirte las puertas a nuevas posibilidades. Está creado para que encuentres herramientas, claridad, motivación… y esa chispa que te ayude a dar el primer paso hacia la vida que deseas.

Porque sí, a veces solo necesitamos eso: un pequeño impulso, una mano extendida, una frase que nos despierte, un momento que marque una diferencia.

Si sientes que es tu momento, si tu corazón está pidiendo algo más, este libro es para ti.
Te invito a descubrirlo, a dejarte inspirar, a permitirte cambiar, crecer y renacer desde adentro.

La felicidad está en los detalles…
Y también en la valentía de decir:
«Yo estoy de mi lado»

Prólogo

Este libro está dedicado a todas las personas que, en silencio, cargan un mundo interior lleno de emociones no dichas. A quienes sienten profundamente, pero callan por miedo a ser juzgadas. A quienes viven batallas internas mientras muestran al mundo una vida aparentemente perfecta, llena de logros, sonrisas y metas cumplidas, aunque por dentro anhelan un cambio que les devuelva la paz.

Es un libro escrito desde el corazón: un corazón remendado, fracturado, reconstruido una y mil veces. Algunas heridas nacieron del desengaño; otras, del choque entre lo que esperaba y lo que la vida me entregó. Y muchas otras fueron provocadas por el poder que, sin saberlo, le otorgué a mi propia mente.

Hoy ese corazón luce cicatrices convertidas en oro, como en la antigua tradición japonesa del Kintsugi. Y en ese dorado encuentro mi fortaleza. Estoy aprendiendo a amar de nuevo, a permitirme ser amada y a expresar el amor en todas sus formas. Porque el amor es movimiento, es expansión. Y cuando un entorno no lo valora o no puede recibirlo, el alma simplemente continúa su camino hacia un lugar donde sí pueda florecer.

Todo esto ha sido posible porque, antes que nada, aprendí a enamorarme de mí misma: de mi vida, de mis talentos, de mi luz y también de mis sombras. Cuando el amor propio es sincero, y cuando la relación con Dios —o con aquello que cada uno considera sagrado— es honesta y viva, ese amor se comienza a expandir sin esfuerzo. Y aunque al principio el entorno no lo comprenda, llegará un momento en que aparecerán lugares y personas capaces de recibirlo, honrarlo y multiplicarlo.

Ese es mi deseo para ti, lector o lectora: que al recorrer estas páginas encuentres una nueva forma de mirarte, de entenderte, de reconciliarte contigo misma y con tu historia. No sé si este será el mejor libro que hayas leído, pero sí sé que puede convertirse en un punto de giro para quienes anhelan transformar su vida desde adentro.

Gracias por acompañarme en este viaje. Ojalá estas palabras iluminen tu propio camino, así como escribirlas iluminó el mío.

¡Gracias por acompañarme en este viaje!

Con Cariño, Piedad Calderón

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